Tópicos del blog

Astrología contemporánea (37) Astrología (26) Tradicional (25) Vedica (25) Astrología y Ciencia (23) Filosofía (17) Críticas a la Astrología (13) Astrología Básica (12) Astrología Psicológica (12) Traducciones (12) Carta Natal (10) Epistemología (9) Luna (9) Predictiva (9) Tarot (9) Astrologia Predictiva (8) Hermética (7) Planetas (7) Casas (6) Glosario de Astrología (6) Jaimini (6) Venus (5) Asteroides (4) Chiron (4) Dignidades Accidentales (4) Fases Lunares (4) Psicológica (4) Arte (3) Astro-Semiótica (3) Astrología Mundana (3) Astrología y Chamanismo (3) Celebridades (3) Decanatos (3) Horóscopo (3) Jung (3) Ken Wilber (3) Marte (3) Mercurio (3) Mitología (3) Psicología (3) Sagrado Femenino (3) Sincronicidad (3) Zodiaco (3) Armónicas (2) Astrologia Matricial (2) Astrología y Psicoanálisis (2) Ceres (2) Jupiter (2) Lilith (2) Mansiones Lunares (2) Medieval (2) Musas (2) Navamsa (2) Neptuno (2) Parashara (2) Patrice Guinard (2) Plutón (2) Saturno (2) Símbolos Sabianos (2) Adivinación (1) Astrología Electiva (1) Astrología y Arte (1) Astronomía (1) Centauros (1) Creatividad Vincular (1) Dracónica (1) Eneagrama (1) Geometría Sagrada (1) I-Ching (1) Jodorowsky (1) Juno (1) Júpiter (1) Luna Llena (1) Magia Astrológica (1) Nietzsche (1) Nodos (1) Numerología (1) Pallas (1) Picatrix (1) Planetas Transpersonales (1) Proporción Áurea (1) Regencias (1) Regencias Modernas (1) Retrato Astrológico (1) Revolución Solar (1) Rudolf Steiner (1) Significadores en Astrología (1) Sinastría (1) Sol (1) Tradicionales Dignidades Esenciales (1) Urania (1) Urano (1) Vesta (1) Vettius Valens (1) Vibracional (1) Visual Zodiac (1) helenística (1) profesión (1) progresiones (1) yogas (1) Árabe (1)

Lucifer y Arhiman

Comparto un extracto de una conferencia de Rudolf Steiner, titulada "¿Qué hace el Ángel en nuestro Cuerpo Astral?", publicada en un libro que lleva el título "La Muerte como transformación de la Vida". Me parece interesante para entender las principales tendencias que desvían la evolución espiritual humana, desde la visión antroposófica, en el contexto de la Nueva Era.

... Lo fundamental es que la Humanidad, gracias a la obra angélica, capte un triple mensaje. ¿Cuándo? Eso depende del comportamiento humano; puede producirse antes o después, o en el peor de los casos nunca.
Lo primero es mostrar cómo el interés humano puede aprehender realmente el lado más profundo de la naturaleza humana. Llegará un momento que los hombres no deben dejar pasar dormidos, en que recibirán transmitido desde el mundo espiritual por los Ángeles, un impulso que estimule su interés hacia el prójimo, interés mucho más profundo del que, hoy en día, estamos dispuestos a abrigar. Ese aumento de interés por nuestro prójimo, no será simple cambio subjetivo de un estado de ánimo, sino un a modo de sacudida: al hombre le será sugerida desde el mundo espiritual, la efectiva revelación del misterio: qué es el otro hombre. Con esto, introduzco algo real, no una reflexión teórica. Los hombres recibirán una experiencia respecto al prójimo, que les interesará luego ratificar en cada uno. He aquí el primer mensaje, que beneficia particularmente la convivencia social.
En el segundo, el Ángel nos revelará, desde los mundos espirituales, que el impulso Crístico, implica, amén de todo lo demás, la más absoluta libertad religiosa; comprender que solamente es verdadero Cristianismo, aquello que asegure esa plena libertad religiosa.
El tercer mensaje corresponde a la intuición irrebatible de la naturaleza espiritual del mundo.
Este acontecimiento, insisto, habrá de realizarse de modo que el alma consciente del hombre conscientemente con él se vincule: será etapa obligatoria de la evolución humana, pues hacia él tiende lo que el Ángel prepara por medio de sus imágenes, en el cuerpo astral humano.
He de advertirles, sin embargo, que ese venidero acontecimiento depende ya de la voluntad humana. Los hombres pueden dejar de hacer ciertas cosas, omitirlas; y, efectivamente, son muchos los que se abstienen de llevar a cabo lo que habría de conducir a la vivencia despierta del momento señalado.

Pero eso no es todo. Como ustede ssaben, hay otros seres en la evolución del mundo, que se interesan por desviar al hombre de su camino: son las entidades Arhimánicas y Luciféricas. Lo dicho hasta ahora corresponde a la evolución divina de los seres humanos, pues si el hombre se entregara cabalmente a su propia naturaleza, llegaría a la intuición de lo que hace el Ángel en su cuerpo astral. Pero la evolución luciférica tiende a desviar al hombre de la comprensión de la labor desarrollada por la Jerarquía Angélica.
Tallado por Rudolf Steiner con Cristo, Lucifer y Arhiman
¿Cómo tratan esos seres de conseguir esa desviación? Dificultando la libre voluntad del hombre; tratando de obscurecerle la práctica de su libre voluntad. No apartándole de ser bueno, pero suprimiendo su libre voluntad, la posibilidad del Mal. Desde el punto de vista que estoy exponiendo, son buenas las intenciones de Lucifer: él pretende el Bien, lo espiritual del hombre, pero Bien automático, sin intervención de la libre voluntad. Pudiéramos decir que Lucifer quiere dotar al hombre de clarividencia según buenos principios, buenas prácticas, pero automáticamente. Los seres luciféricos quieren hacer del hombre un ser que, si bien obre inspirado por la espiritualidad, lo haga como simple réplica del espíritu, es decir sin voluntad libre, el que sea un autómata.
Todo esto se relaciona con ciertos misterios de la vida evolutiva. Recordemos que los seres luciféricos han quedado rezagados en otros grados de la evolución, y así introducen un elemento extraño en el proceso normal: tienen el mayor interés en apoderarse del hombre, para que no llegue a la libre voluntad; esa libre voluntad que ellos mismos no pudieron adquirir. La libertad de la voluntad no puede alcanzarse sino en la Tierra, y los seres luciféricos nada quieren en relación con la Tierra. Sus intereses se relacionan con la evolución de Saturno, Sol y Luna; pretenden mantenerse al margen del ciclo terrestre. Es como si ellos odiasen la libre voluntd del hombre. Aunque obran a un alto nivel espiritual lo hacen automáticamente, hecho sumamente significativo, tratando de elevar al hombre a su altura espiritual; espiritualizarle, si bien automatizándolo. Del lado luciférico amenaza pues, el peligro de que el hombre se transforme en un autómata espiritual, antes de haber entrado en plena función su alma consciente, y por esta razón, quede dormido para la revelación que se anuncia y que acabo de caracterizar.
Pero también los seres arhimánicos trabajan contra esa revelación: no pretenden la espiritualidad del hombre; antes al contrario, tratan de anular la conciencia de su espiritualidad, inculcarle la creencia de ser, propiamente, nada más que un animal perfectamente desarrollado. Arhiman es en realidad el gran maestro del darwinismo materialista, así como de todas las actividades técnicas y prácticas dentro de la evolución terrestre; esas prácticas que no admiten más que la vida humana exterior sensible. Lo único que Arhiman pretende es una técnica difundida, para que el hombre, si bien de manera más sofisticada satisfaga las mismas necesidades físicas que satisfacen los animales: hambre, sed, etc. Los espíritus arhimánicos quieren anular, ofuscar la conciencia del hombre en el sentido de ser imagen de la Divinidad. He ahí su propósito en lo que al alma consciente se refiere, y tratan de lograrlo mediante toda clase de sutiles medios científicos.
En épocas pasadas, de nada les habría servido a esos espíritus obscurecerle al hombre la verdad, mediante teorías. ¿Por qué? todavía en la época greco-latina, pero más aún en épocas anteriores cuando el hombre todavía poseía las imágenes que le suministraba la clarividencia atávica, era completamente indiferente cómo él pensara: a través de sus imágenes, intuía el mundo espiritual. Las enseñanzas que Arhiman le hubiese inculcado relativas a su parentesco con los animales, no habrían modificado su actitud ante la vida. No fue hasta la quinta época post-atlante, a partir del siglo XV, que cobró potencia el pensar -¿dentro de su impotencia!- Sólo a partir de entonces el pensar es capaz de introducir al alma consciente en el dominio espiritual. Si bien, al mismo tiempo, impedirle su entrada. Sólo ahora vivimos en un tiempo en que una teoría, una ciencia, puede arrebatarle al hombre conscientemente, su divinidad, sus vivencias relacionadas con lo divino. Esto sólo es posible con la llegada de la edad del alma consciente; de esto se aprovechan los espíritus arhimánicos para difundir enseñanzas que obscurezcan el origen divino del hombre.

La mención de esta corriente contraria a la evolución normal divina del hombre, nos permite inferir cómo hemos de organizar nuestra vida para que no pase inadvertida la revelación que ha de producirse en el futuro de la evolución humana. En caso contrario, surge un gran peligro del que el hombre ha de estar pendiente, pues de no advertirlo, en vez del significativo acontecimiento que ha de influír poderosamente en la configuración futura de la evolución terrestre, puede tener lugar otro distinto de peligrosas consecuencias.
Recuerden que ciertas entidades espirituales alcanzan su propia evolución a través del hombre, a medida que, junto con ellas, él evoluciona. Los Ángeles generan sus imágenes en el cuerpo astral humano, no en divagación, sino para alcanzar un fin. Y como sea que ha de lograrse ese fin precisamente dentro de la Humanidad terrestre, si los hombres después de haber adquirido el alma consciente, conscientemente de él se desviarán, se tornaría mero juego el trabajo de los Ángeles, o sea que los Ángeles no habrían sino jugado en la evolución de los cuerpos astrales humanos. Sólo a medida que su labor cobra realidad a nivel humano, adquiere seriedad y trasciende la pura veleidad de un juego. He ahí porqué, bajo todas las circunstancias, en la actuación de los Ángeles ha de mantenerse la máxima seriedad.

¿Qué sucedería entre los bastidores de la existencia, si con nuestra pereza, nuestra adormecedora comodidad, convirtiésemos en lúdica la labor angelical!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario