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Ken Wilber, notas sobre la Astrología en su Diario

Traducido y adaptado del libro "One Taste" de Ken Wilber, editado a partir de notas que tomó a modo de diario personal durante el año 1997. Algunas negritas y cursivas son mías para facilitar la lectura resaltando los puntos que considero relevantes a este blog.

Martes, 29 de Julio:

   Roger (Walsh) está en medio de un debate nacional sobre la astrología. Me encanta porque hasta ahora he sido el único en recibir el intenso fuego del público del paradigma de la nueva era, y ahora Roger va a recibir ambos barriles. Esto es genial.
   Benditos sean sus corazones, pero lo que muchos adeptos de la nueva era no parecen entender es que hay no "dos" grupos principales en este país - los racionales (de quienes desconfían) versus los irracionales (a quienes apoyan). Más bien, tenemos "tres" grupos principales - los preracionales, los racionales y los transracionales. Y de nuevo, benditos sean sus corazones, la gran mayoría de los enfoques de la nueva era tienden a deslizarse hacia el campo preracional. Para empeorar el asunto, el campo transracional - incluído Roger - de hecho tiene más en común con lo racional que con lo preracional (aunque el objetivo, por supuesto, es integrar a los tres).
   Así que la gente de la nueva era se siente sorprendida, herida y enojada cuando un místico transracional genuino - como Roger - comienza a criticarles, porque se suponía que todos nosotros los místicos no-racionales estamos en el mismo barco, luchando contra los del tipo racional, convencional, antiespiritual. Pero los místicos trans-racionales están luchando, más fuertemente, la regresión pre-racional, y luego la mera racionalidad, buscando abrir a ambos a una aproximación genuinamente trans-racional.

   Bueno, ahora Roger ha dado un paso directo hacia la línea de fuego. Hizo público su ataque hacia la astrología. Roger sostiene que ha llegado a su conclusión - digamos, de que virtualmente toda la astrología tradicional habita en algún lugar en el vecindario del basurero - haciendo una revisión sistemática de la masiva cantidad de estudios cuidadosamente controlados que se han hecho sobre el tema. Quiere escribir un libro con un título como "La Estafa de los Siglos", "El Timo de las Eras" o algo así (pero parece que ya se decidió a no hacerlo).
   Así que la revista Noetic Sciences Review ha invitado a Roger y Will Keepin a debatir este tópico en sus páginas. Will es un escritor muy inteligente, con un estilo felicitable y una presentación muy pensante. Entrenado como físico y originalmente considerando a la astrología como una total locura, en el último tiempo se ha volcado a una fuerte creencia en su validez, basado en la misma postura que Roger: la evidencia misma le ha llevado a esa conclusión. Tan elocuente es Will en su tópico, que es el teórico principal en la nota de tapa de la revista Life acerca de la astrología, donde logró convencer al periodista de su verdad. Esto promete ser un gran partido.

   Estoy recibiendo los artículos a medida que van siendo escritos, y aquí es donde estamos parados por ahora. Roger abrió el round 1 con un resumen de la investigación hasta la fecha: "La mayoría de las personas se sorprenden al enterarse de cuánta investigación experimental se ha llevado a cabo acerca de la astrología. Más de cien estudios están disponibles, algunos de ellos hechos por astrólogos o en colaboración con astrólogos. Tomados en su conjunto, constituyen un cuerpo de investigación de suficiente calidad y cantidad para proveer una evaluacion poderosa sobre la validez de los postulados astrológicos."

   ¿Qué han hallado? Roger pregunta. Cito de su artículo:

   Los investigadores han estudiado cinco capacidades que los astrólogos sostienen que son esenciales para que la astrología sea considerada legítima:

   - El primer grupo de estudios examinó el grado de acuerdo entre astrólogos que juzgaban las mismas cartas. ¡Los resultados son impresionantes! Casi no hay acuerdo alguno entre la interpretación que dan los diversos astrólogos sobre la misma carta. Esto fue un hallazo consistente a través de los estudios, incluyendo aquellos que utilizaron astrólogos expertos, aquellos hechos por los mismos astrólogos, y aquellos hechos en colaboración entre astrólogos y científicos.

   - Este solo hallazgo es devastante y destruye virtualmente cualquier pretensión de validez o confiabilidad de las lecturas astrológicas. Como un crítico ha concluído, "si los astrólogos no pueden ni siquiera ponerse de acuerdo en qué significa una carta natal, entonces el conjunto de sus prácticas se reduce al absurdo".

   - Los sujetos de las lectuas astrológicas son incapaces de identificar los perfiles con interpretaciones realizadas para sus propias cartas de otros perfiles aleatorios. En otras palabras, es igual de probable que los sujetos se identifiquen con la descripción de otra persona que con la propia.

   - Estudios de más de 3000 predicciones astrológicas mostraron que no tuvieron más éxito que el azar.

   - Más de tres docenas de estudios muestran que las lecturas de los astrólogos no concuerdan o correlacionan en niveles mayores al del azar con tests psicométricos de personalidad bien validados. Esta falla ocurrió incluso cuando los astrólogos eran expertos altamente estimados, que ayudaron a diseñar el estudio y consideraron el estudio como una buena manera de medir sus habilidades, y hasta evaluaron positivamente su propia confianza en las lecturas hechas.

   - Los astrólogos suelen decir que las lecturas de la carta en su conjunto son más importantes que los factores individuales. Sin embargo, la investigación no apoya ninguna de las dos formas como certera.

   "En síntesis," concluye Roger, "la investigación no apoya de ninguna manera la fiabilidad ni la validez de las lecturas astrológicas". ¡Ohhhhh, gran apertura de juego! Algunos golpes bien dados. Podríamos haber presenciado ya un knock-out total si no fuera por los más bien extraordinarios estudios de Gauquelin. Comenzando en los años '50 y durante varias décadas, el investigador Francés Michel Gauquelin realizó un análisis exhaustivo de datos estadísticos relacionados con la astrología. "Para su sorpresa," apunta Roger, "el análisis de hecho sí reveló correlaciones pequeñas pero significativas entre la eminencia en varios campos profesionales y la posición de ciertos planetas en el momento del nacimiento. Por ejemplo, científicos, periodistas y atletas eminentes tenían más probabilidad de tener al planeta Saturno, Júpiter o Marte respectivamente, justo arriba del horizonte o en el cénit celeste el día de su nacimiento."
   ¡Ohhh, gran apertura! y Will encara directo. Comienza por apuntar que diversas organizaciones científicas de escépticos intentaron refutar los estudios de Gauquelin, sin éxito. Hans Eysenck, altamente respetado psicólogo estadista, ha resumido lo que esto significa: "Emocionalmente, preferiría que los resultados de Gauquelin no se sostuvieran, pero racionalmente, debo aceptar que lo hacen... No podemos encontrar más críticas a sus conclusiones, métodos y estadísticas. No podemos desear que desaparezcan porque son intragables o están en desacuerdo con las leyes de la ciencia actual... Tal vez es el momento de declarar con pocas probabilidades de error que es el proceso de nacimiento de una nueva ciencia."
   ¡¡¡Wow!!! Gran gancho de izquierda para cerrar la primera ronda. Sorprendentemente, Roger ni siquiera parpadea. Abre la segunda ronda aceptando directamente los resultados de los estudios de Gauquelin. Todo es cuestión de interpretarlo, como dice:
   "Primero, los patrones de Gauquelin no encajan con los patrones astrológicos tradicionales." En otras palabras, si esto es cierto, y dado que el estudio de Gauquelin es el único estudio mayor que ha probado ser válido, entonces podemos acordar con sus descubrimientos sólo en la medida que desestimemos la mayoría de la astrología tradicional, dado que hay poco y nada de apoyo para ella. "Segundo, los hallazgos de Gauquelin aplican sólo para personas eminentes. Gente que no alcanza un grado de eminencia - en otras palabras, la gran mayoría de nosotros - no muestran correlación con las posiciones planetarias de nacimiento." De nuevo, la astrología tradicional recibe un golpe bajo. "Tercero, las correlaciones son extremadamente pequeñas, alrededor del 0.05, lo que significa que representan menos de un 1% de variabilidad." Esto significa que, por ejemplo, los atletas eminentes tienen sólo un 5% más de probabilidad de tener a Marte en tales posiciones. Cualquiera sea el efecto, es claramente muy débil. Roger sostiene que "esto es muy, muy pequeño como para que pueda sumarle algún valor a las lecturas o predicciones astrológicas."
   ¡Ohhh! Aquí llegamos al final de la segunda ronda. Lo que sea que se diga a partir de ahora, la astrología tradicional ya ha recibido una golpiza muy fuerte. Los únicos estudios que han sido aceptados por ambos lados con un respeto inequívoco son los de Gauquelin. Pero de acuerdo a estos resultados, una buena cantidad de las aseveraciones de la astrología tradicional no se sostienen en absoluto. Will sostiene que algunas sí se sostienen, aunque ambos están de acuerdo en que la astrología de los signos solares y de los periódicos están kaput. Pero Roger insiste con un derechazo: "Tú dices que los hallazgos de Gauquelin apoyan a la astrología tradicional aplicada en occidente, mientras que yo por diversas razones sostengo que estos hallazgos no le dan ningún apoyo a los postulados específicos de la astrología tradicional. De hecho, aparte de algunos principios muy generales, que tú citas que él apoya (ej: el meridiano es importante), Gauquelin mismo fue muy claro en que sus hallazgos no encajaban con los patrones astrológicos tradicionales." Roger entonces hace una conclusión probablemente segura, al menos hasta este punto: "Yo enfatizo la absoluta necesidad de diferenciar claramente entre los hallazgos de Gauquelin y la astrología tradicional." - porque hay fuerte evidencia para Gauquelin, pero muy poca para la tradicional.
   Pero incluso las asociaciones astrales de Gauquelin que sí se sostienen son muy muy débiles. De acuerdo con Roger, fatalmente débiles. Pero Will se mantiene en que, incluso si son pequeñas, estas influencias son un hecho, lo cual Roger no contesta, y por lo tanto deben ser explicadas. Tomando algunas de mis ideas, Will sugiere una forma de hacerlo. "Las implicaciones (de los estudios de Gauquelin) son anonadantes. Tomando prestados algunos conceptos de Wilber, la astrología apunta hacia una vasta 'holarquía' que no sólo unifica la fisiósfera, la biósfera y la noosfera, al decir de Wilber, sino que lo hace en un contexto celestial más amplio que 'trasciende e incluye' al sistema Gaia. Yendo más profundamente, podemos incluso descubrir un amplio más allá: una holarquía 'Kósmica' viviente en la que la Tierra es no más que uno entre muchos 'superholones' planetarios. Los tránsitos astrológicos corresponden con los efectos de estos superholones celestiales como 'limitadores de la indeterminación' en sus holones junior, esto es, modifican las estructuras probabilísticas de los eventos terrestres. El proceso entero no es mecanicista y causal, sino más bien un proceso unitivo que se despliega holográficamente en diversos niveles holónicos de manera simultánea - dando así lugar a las correlaciones temporales observadas."
   Will usa mis términos acertadamente, lo que me impresiona; y encuentro esta teoría plausible. Sin embargo, creo que hay otra explicación, dentro del mismo marco de referencia de "wilber", que tiene más sentido.

   La pregunta es, ¿estamos lidiando con causación descendente o ascendente? Es decir, ¿son estas débiles fuerzas astrales generadas en el nivel del Alma del Mundo ('superholones celestiales'), y luego impuestas en los holones junior de los seres humanos individuales - por "causación o influencia descendente" - como sostiene Will? ¿O están operando meramente en el nivel físico - influyendo los planetas físicos en el cuerpo físico humano - y desde ahí tienen una suave "influencia ascendente" en la emergencia de niveles más elevados, incluyendo las emociones y la mente? Yo sospecho fuertemente que es lo último, por diversas razones.
   Primero, estas influencias, como tanto Roger y Will notan, son muy muy débiles. Esto suele ser un punto a favor de la influencia ascendente, no de la influencia descendente. La influencia descendente es generalmente muy fuerte, incluso causal. Por ejemplo, cuando el holon mayor "yo" decide mover al holon menor "brazo", todas las moléculas del brazo se mueven. No sólo el 5% se mueve, se mueven todas.
   Segundo, hay un punto fascinante en que las asociaciones astrales de Gauquelin no se sostienen con partos inducidos o por cesárea. Cualquier superholón Kósmico que no sobrepasa una cesárea no es realmente un superholón.
   Tercero, estas asociaciones astrales ocurren sólo para personas de eminencia. Esto es extremadamente elocuente - y, creo yo, el punto crucial - y es muy dfícil de explicar si estas influencias parten del nivel del Alma del Mundo. Si el Alma del Mundo o el superholón Kósmico está felizmente modificando las probabilidades de los holones inferiores, ¿por qué lo hace sólo para las personas prominentes, poderosas y famosas?
   Pero estas asociaciones astrales con la eminencia tienen sentido si fueran emanadas desde un nivel físico y ejercieran su influencia relativamente débil en sentido ascendente sobre los niveles más elevados de la emoción y la mente (y los rasgos del carácter), porque podría esperarse que sólo las más fuertes de estas débiles fuerzas pudieran tener algún efecto observable en absoluto. Esto es, sólo las influencias realmente fuertes logran persistir a través del empantanamiento que se produce con la influencia ascendente: lo inferior tiene que luchar con mucha fuerza para pasar por alto - o  influír decisivamente - a lo superior. Para la persona promedio, que podemos presumir que no está recibiendo una gran dosis de eso que ya son fuerzas astrales muy débiles, estas tibias influencias se diluirían completamente.
   Al cierre de la tercera ronda, debo decir que Roger ha dado un golpe devastador a la mayoría de la astrología típica. Yo personalmente, que me he mantenido agnóstico en este tema por mucho tiempo, encuentro a muchos de sus argumentos convincentes. Y Will está de acuerdo en que la astrología de signos solares, de los periódicos y de los planetas exteriores es carne muerta. Así que es un knock-out limpio para todas estas formas típicas de astrología.
   Ambos están de acuerdo, sin embargo, en que las asociaciones astrales de Gauquelin son reales, pero muy débiles: o.o5 simplemente no vale la pena como para que le cuente por carta a mi madre. De todas maneras, como indica Will (y Eysenk), esta anomalía es devastadora para cualquier visión del mundo que no pueda incluírla. Tanto Will como yo estamos de acuerdo en que, al menos hasta este punto, sólo algún tipo de concepción holónica (u holoárquica) puede hacerlo. Solía pensar que esta explicación provenía del nivel del Alma del Mundo (o superholón nivel psíquico), pero ahora pienso que es más probable que la explicación involucre una interacción de nivel físico - planetas meramente físicos sobre cuerpos humanos físicos - y que esto es arrastrado mediante una influencia ascendente a través del desarrollo a niveles más elevados de la emoción y de la mente (posiblemente mediante interacción gravitacional/hormonal o geomagnética/neuronal, o alguna combinación de ambas), y sobreviviendo únicamente las más fuertes de estas fuerzas relativamente débiles en formas observables como la eminencia en varias profesiones.

   Mi signo solar es Acuario, aunque estoy intentando legalmente que me lo cambien. Veamos qué dice mi horóscopo para hoy: "La hermosa criatura sobre la cual estoy espiando parece haberse vuelto adicta a la beatitud. El ambiente aquí es exhuberante y sensual. El aire está saturado de jugosas feromonas. Y al mismo tiempo hay un inconfundible sentimiento de sacralidad. No quedan dudas de que Acuario está listo para romper con todos los records por Crecimiento Espiritual Bajo la Influencia de la Lujuria."
   Retiro lo dicho; me lo creo todo sobre los signos solares.

1 comentario:

Queitrel dijo...

Es significativo que Wilber no haya tomado en cuenta ninguna descripción de su propio signo solar. El tipo es Acuario en persona.

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